Normas de seguridad

La zona avanzada de espera para bicicletas es un espacio adelantado reservado a los ciclistas justo delante de la línea de efecto del semáforo. Tiene muchas ventajas: gracias a ella, los ciclistas evitan respirar el humo de los tubos de escape al situarse delante de los vehículos de motor, pueden girar a la izquierda más fácilmente, mostrar el lugar de los ciclistas en la calzada e incorporarse mejor a la circulación. Si un vehículo de motor no respeta la zona avanzada, puede ser multado con 35 €.

Se trata de calles de sentido único por las que los ciclistas pueden circular en ambos sentidos. Estas disposiciones permiten acortar los trayectos y hacer que la ciudad sea más accesible para los ciclistas. El decreto de 30 de julio de 2008 generaliza el doble sentido en las zonas 30. Los municipios tienen 2 años para armonizar sus ordenanzas y la señalización.

En Burdeos, los dobles sentidos se extienden a todo el casco urbano con el objetivo de generalizar la medida en los próximos años. ¿Y en la periferia? Ciudades como Blanquefort, Bègles, Mérignac, Talence o Pessac están tomando medidas en ese sentido.

Al llegar a un cruce, el ciclista debe tener cuidado con los vehículos que giran a la derecha. A veces, en especial en el caso de los vehículos pesados (camiones y autobuses), el ángulo muerto del vehículo impide que el conductor vea al ciclista. Un consejo: no se quede nunca al lado de un camión o autobús. Sitúese muy por delante o quédese detrás pero nunca a los lados. En los cruces, reduzca la velocidad para asegurarse de que no haya posibles maniobras de giro a la derecha.

Muchas veces el ciclista que circula por una calle estrecha (calzada de unos 3 metros de media) reacciona mal cuando llega un coche: se deja adelantar arrimándose a los vehículos estacionados.

Algo sumamente peligroso, ya que puede abrirse la puerta de algún coche aparcado inesperadamente. También en esos casos el ciclista pasa rozando la acera y los sumideros, lo que no es mejor, ya que puede golpearse con el borde de la acera.

Y en todos los casos el resultado será el mismo: ¡el coche pasará rozando al ciclista!

Hay que recordar que la normativa de tráfico obliga a los vehículos de motor a respetar una distancia de 1 metro en ciudad cuando adelantan a una bicicleta (1,50 m fuera del casco urbano).
Si la calzada mide 3 metros de ancho, es claramente imposible cumplir dicha obligación: 1 metro de distancia de seguridad + 2 metros de envergadura de un coche + 1 metro de envergadura del ciclista = 4 metros.

Por lo tanto, para protegerse, el ciclista debe permanecer en el centro de la calzada. Los vehículos deben esperar detrás y no adelantar hasta que la anchura de la calzada lo permita.

Girar a la izquierda en bicicleta en calles grandes resulta complicado.

En algunos cruces (principalmente de bulevares), hay un desvío protegido a la derecha para que la bicicleta gire a la izquierda. Esta medida permite esperar en el cruce a que el semáforo se ponga en verde y dirigirse hacia la izquierda con total tranquilidad. Se señaliza con una señal cuadrada con flechas.

En otros lugares, el giro a la izquierda se hace con ayuda de un reclamo para bicicletas en el cruce. Por ejemplo, en Burdeos, los ciclistas pueden cruzar en diagonal en la barrera Saint Augustin.

Los ciclistas pueden utilizar todos los carriles bus de Burdeos y su área metropolitana (salvo contadas excepciones).

Esa autorización queda patente mediante un dibujo de una bicicleta en el suelo y un rótulo de «bicicletas autorizadas». Los autobuses y los ciclistas pasan cuando el semáforo se pone en ámbar intermitente.

Cuando el autobús se detenga o esté en movimiento, el ciclista siempre se situará detrás o delante, pero nunca a los lados (ángulo muerto).
¡Preste siempre atención a las posibles maniobras a izquierda y derecha de esos vehículos pesados!

Recién llegados a una decena de cruces de Burdeos y su periferia (Blanquefort y Mérignac), los giros a la derecha ciclistas sirven para girar a la derecha cuando el semáforo está en rojo.

Es una medida que pretende flexibilizar unas normas de tráfico centradas en los automóviles y sus particularidades, así como fomentar el uso de la bicicleta.

En el cruce, el ciclista cede el paso a los peatones, que siguen teniendo prioridad para cruzar al tener el semáforo en verde.

Se debe cruzar la vía del tranvía en perpendicular.

Cuando esté autorizado, el ciclista circulará por encima de la vía del tranvía. Es imperativo alejarse todo lo posible de la parte cóncava de la vía. Hay que desviarse hacia la izquierda o hacia la derecha de tal modo que nunca se ruede en paralelo a ese hueco.

Este consejo también sirve para los bordillos de las aceras o calles peatonales. La rue Sainte Catherine ilustra bien este ejemplo.

Cuando se detenga al borde de la calzada o junto a la acera y quiera volver a salir, debe mirar atrás para comprobar que no venga ningún vehículo. Así evitará sorprender con una salida brusca a los demás usuarios que lleguen detrás.

En una intersección en Y, debe tener mucho cuidado. Indique claramente su intención para que no le cierren el paso.

Extendiendo el brazo, dará a entender al automovilista que tiene la intención de ir hacia la izquierda y no hacia a la derecha.